En entornos médicos, y siempre que se utilicen dispositivos médicos, es necesario garantizar un alto nivel de esterilización del instrumental. Dar prioridad a la seguridad y salud de médicos, trabajadores y pacientes es un deber y una necesidad. Solo la correcta ejecución de todo el proceso de esterilización garantiza la interrupción de la propagación del virus. Esto es especialmente importante no solo en las clínicas médicas y dentales, sino también en residencias de ancianos, donde los pacientes son particularmente vulnerables a la actual pandemia de Coronavirus.
En el punto central del proceso de esterilización se sitúan la termo desinfectadora y el autoclave que garantizan limpieza, desinfección y esterilización gracias al proceso probado y validado.
Es importante recordar que la limpieza manual, de hecho, entraña riesgos relacionados principalmente con la seguridad del trabajador, pero también la posibilidad de invalidar todas las demás fases del proceso de esterilización si no se lleva a cabo de forma eficaz.
Esterilización de instrumentos médicos en autoclave
A la luz de la actual pandemia de Coronavirus, es importante reiterar que el proceso de esterilización es totalmente efectivo contra el Covid-19. De hecho, no se debe cambiar ni modificar el procedimiento, pero puede ser útil focalizarse en los siguientes aspectos:
- mantener las áreas de la sala de esterilización cuidadosamente divididas separando las áreas contaminadas de las estériles;
- disponer de los Equipos de Protección adecuados para llevar a cabo operaciones con el material contaminado;
- llevar a cabo de forma cuidadosa la fase de descontaminación, que consiste en la inmersión total de los instrumentos en una solución desinfectante con el fin de eliminar los microorganismos patógenos presentes en el instrumento;
- reducir al máximo el lavado a mano a favor de un proceso de limpieza mecánica — mediante ultrasonidos o, mejor aún, termodesinfectadora — que limite los riesgos tanto en términos de seguridad del trabajador como de precisión de la operación en sí misma;
- equiparse con una termodesinfectadora para limitar la manipulación del instrumental médico potencialmente infectado;
- revisar el indicador químico de las bolsas después de la esterilización para garantizar que se ha realizado correctamente;
- comprobar el número de ciclos realizados semanalmente por el autoclave para evaluar si es conveniente equipar la clínica con un segundo autoclave para evitar cargas inadecuadas — es decir, superior a la capacidad recomendada — y disponer siempre de un autoclave en funcionamiento incluso cuando se estén realizando operaciones de mantenimiento o en casos de mal funcionamientos;
- efectuar diariamente un test del vacío (Vacuum Test en inglés), un test de penetración del vapor para piezas huecas (Helix Test en inglés) y/o porosas (Bowie & Dick Test en inglés).
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